
La distribución del almacén es un factor esencial en la gestión logística y en el buen funcionamiento de la cadena de suministro de cualquier empresa. Un diseño adecuado del layout no solo permite optimizar el uso del espacio y agilizar los procesos operativos, sino que también impacta directamente en la rentabilidad del negocio y en la satisfacción del cliente.
Para alcanzar estos objetivos, es imprescindible conocer en profundidad los distintos tipos de distribución de almacenes, los principios básicos de su diseño y las tecnologías que permiten una mayor flexibilidad y eficiencia. En este contexto, los tabiques móviles para almacenes se han convertido en una solución innovadora, permitiendo adaptar los espacios a las necesidades cambiantes de la operación, facilitando la reorganización del almacén sin necesidad de realizar grandes obras o interrupciones en la actividad. En SKOTProject podemos fabricar estos tabiques con las medidas que necesitas para tu almacén.
En este artículo, te mostramos los principales tipos de distribución de un almacén, sus ventajas y consideraciones clave, así como las mejores prácticas para diseñar un espacio de almacenamiento eficiente, flexible y alineado con los objetivos logísticos de tu empresa.
¿Qué es la distribución del almacén?
La distribución del almacén hace referencia a la planificación estratégica del espacio interior de un almacén, incluyendo la ubicación de productos, sistemas de almacenaje, pasillos, zonas de trabajo y equipos logísticos. Su objetivo principal es organizar eficientemente todos los elementos para facilitar las operaciones clave: recepción de mercancías, almacenamiento, preparación de pedidos y expedición.
Una distribución bien diseñada busca reducir tiempos de desplazamiento, optimizar el uso del espacio disponible, minimizar los costes operativos y aumentar la productividad del personal. Además, influye directamente en la agilidad y eficacia de la cadena de suministro, ya que determina la velocidad y precisión con la que los pedidos pueden ser procesados y enviados a los clientes.
La importancia de la división del almacén
Una distribución de almacén eficiente comienza con la correcta delimitación de sus zonas operativas. Esta división estratégica del espacio, también conocida como división del almacén, permite organizar los flujos de trabajo, facilitar el movimiento de mercancías y optimizar los recursos disponibles. Delimitar adecuadamente cada área del almacén, como recepción, almacenamiento, picking, embalaje y expedición, es clave para mejorar el rendimiento global del centro logístico.
En términos de distribución y almacenamiento, separar físicamente cada zona evita interferencias entre tareas, reduce errores y contribuye a una mayor seguridad operativa. Por ejemplo, al contar con zonas bien definidas, se puede asignar mejor al personal, controlar los inventarios con mayor precisión y reducir los tiempos de desplazamiento entre procesos.
Además, el layout de distribución del almacén debe estar diseñado de acuerdo con los tipos de productos, su rotación y las características del negocio. En este sentido, aplicar una distribución del almacén logístico adecuada permite aprovechar al máximo el espacio disponible y responder con agilidad a las necesidades del mercado.
Existen diferentes tipos de distribución de almacenes, y cada uno requiere un enfoque particular para delimitar las zonas del almacén. Por ejemplo, en una distribución en bloque, el espacio se organiza en grandes áreas para mercancía homogénea, mientras que en una distribución por zonas se agrupan los productos según su rotación o familia.
En definitiva, la distribución de los almacenes no debe dejarse al azar. Una buena planificación del layout, junto con la correcta delimitación de zonas, es un factor determinante para mejorar la eficiencia logística, reducir costes y garantizar un servicio ágil y confiable al cliente final.
Tipos de distribución de almacenes
La distribución del almacén puede adoptar distintos enfoques según el tipo de mercancía que se gestiona, la frecuencia de movimiento de los productos y el papel que cumple cada instalación dentro de la cadena de suministro. Elegir el tipo de distribución adecuado es fundamental para mejorar la eficiencia, reducir tiempos y facilitar las operaciones logísticas.
A continuación, se describen los tipos de almacenes más comunes según su función:

- Almacén de tránsito: Este tipo de instalación actúa como un punto intermedio en el flujo de mercancías. La mercancía permanece allí de forma temporal mientras es transferida entre distintos puntos de la cadena logística. Su objetivo principal es agilizar el transporte y reducir tiempos de entrega.
- Almacén de distribución: Ubicado estratégicamente cerca de los mercados o zonas de consumo, este almacén permite responder con rapidez a la demanda, asegurando la disponibilidad de stock y reduciendo los tiempos de entrega al cliente final.
- Almacén de producción: Se encuentra generalmente dentro o próximo a una planta industrial. Su función es almacenar materias primas, componentes o productos semielaborados que se utilizan en los procesos de fabricación. Su correcta distribución permite alimentar de forma fluida la línea de producción.
- Almacén de picking: Especializado en la preparación de pedidos. Está diseñado para facilitar el acceso rápido a productos de alta rotación y permitir una gestión eficiente de la operativa de picking, embalaje y despacho.
- Almacén de consolidación: Ideal para empresas con múltiples centros logísticos o con una alta frecuencia de pedidos. Agrupa mercancías procedentes de distintos orígenes para formar envíos más eficientes, reduciendo así costes de transporte y tiempos de tránsito.
Tipos de distribución física dentro del almacén
Además de su función, el layout o diseño interno del almacén, también conocido como distribución de un almacén logístico, debe adaptarse a la naturaleza de los productos, su volumen, rotación y a los procesos operativos. Entre los tipos de distribución de almacenes más utilizados, destacan:
- Distribución en bloque: Consiste en agrupar productos directamente en el suelo, sin el uso de estanterías. Es adecuada para mercancías homogéneas, de gran volumen o poca rotación, pero requiere un mayor espacio y una buena planificación para evitar bloqueos.
- Distribución en estanterías: Utiliza racks, estanterías selectivas o dinámicas para almacenar productos. Es ideal para mercancía variada, con acceso frecuente y necesidad de organización. Maximiza la verticalidad y mejora la trazabilidad.
- Distribución en pasillos: Los productos se organizan a lo largo de pasillos definidos, lo que facilita el tránsito de operarios y equipos de manipulación. Este diseño optimiza el flujo de trabajo y mejora la accesibilidad a todos los artículos.
- Distribución por zonas: Se asignan áreas específicas dentro del almacén para distintos tipos de productos, según su categoría, rotación o requisitos especiales. Esta estrategia permite una mayor especialización por sección y mejora la eficiencia en procesos como el picking.
En definitiva, tanto el tipo de almacén como su distribución interna deben responder a una planificación estratégica que tenga en cuenta factores como la rotación del inventario, los flujos de trabajo y las necesidades del negocio. La implementación de soluciones flexibles, como los tabiques móviles para almacenes, puede aportar una gran ventaja al permitir modificar fácilmente la configuración del espacio a medida que cambian las demandas operativas.Guía para delimitar las zonas en el almacen
Guía para delimitar las zonas en el almacen
Una correcta planificación del layout logístico implica identificar y delimitar claramente las zonas funcionales dentro del almacén. Cada una de estas áreas cumple un papel específico en el flujo de mercancías y su eficiencia impacta directamente en la productividad general. En la mayoría de los casos, una distribución de los almacenes eficaz se apoya en cuatro zonas clave: recepción, almacenamiento, picking y expedición. Vamos a verlos cada uno de ellos mejor:

Zona de recepción
La zona de recepción es el primer punto de contacto entre la mercancía entrante y las operaciones del almacén. Está destinada a la descarga, inspección y registro de los productos recibidos. Por lo general, se ubica cerca de los accesos principales para facilitar el tránsito de vehículos y equipos de carga.
Aquí se verifican aspectos críticos como la cantidad, calidad y estado de los productos, asegurando que cumplan con los estándares antes de ser almacenados. Además, puede incluir áreas de almacenamiento temporal para mercancía que requiere una clasificación previa o espera procesamiento adicional. Esta zona debe contar con recursos adecuados como muelles de carga, montacargas y sistemas de gestión que agilicen la entrada de datos al sistema logístico.
Una distribución del almacén layout bien diseñada contempla esta área como un punto estratégico para evitar cuellos de botella y mantener el flujo fluido de mercancías desde el exterior hacia el interior del centro logístico.
Zona de almacenamiento
La zona de almacenamiento constituye el núcleo de la operación y su diseño tiene un impacto directo en la eficiencia operativa. Su función principal es conservar los productos de forma segura, ordenada y accesible hasta que sean requeridos para el picking o la expedición.
El sistema de distribución y almacenamiento debe adaptarse al tipo de mercancía: productos perecederos, de alta o baja rotación, mercancía a granel, peligrosos o de gran volumen. Según el tipo, se pueden emplear estanterías selectivas, dinámicas, paletización en bloque o almacenamiento automatizado.
También es crucial planificar el layout de pasillos, zonas de paso y puntos de acceso, permitiendo un tránsito fluido de operarios y maquinaria, y reduciendo tiempos de desplazamiento. Una zona de almacenamiento bien estructurada permite además la adaptabilidad ante cambios en la demanda, entrada de nuevos productos o modificaciones en la operativa logística.
Zona de picking o preparación de pedidos
La zona de picking es donde se lleva a cabo una de las tareas más críticas del almacén: la preparación de pedidos. Implica seleccionar los productos específicos del inventario que deben enviarse a cada cliente o punto de entrega.
Esta zona debe diseñarse con un enfoque ergonómico y funcional, minimizando las distancias a recorrer, agrupando los artículos por rotación y facilitando el acceso rápido a los productos más demandados. También puede incluir estaciones de consolidación y empaquetado que optimicen el proceso y reduzcan errores antes del despacho.
Una distribución de un almacén logístico eficiente garantiza que esta área se mantenga flexible ante fluctuaciones de la demanda, variaciones en el volumen de pedidos o cambios en el surtido de productos. Cuando está bien organizada, la zona de picking tiene un impacto directo en la rapidez y precisión de las entregas, mejorando la experiencia del cliente.
Zona de expedición
La última etapa del flujo interno es la zona de expedición. Aquí se consolidan y preparan los pedidos para su salida hacia los clientes, ya sean consumidores finales, puntos de venta o centros de distribución.
Esta zona debe contar con espacios adecuados para el embalaje, etiquetado, control final y carga en los vehículos de transporte. Estaciones bien equipadas con materiales como cajas, cintas, balanzas o sistemas de impresión de etiquetas son indispensables para garantizar envíos ordenados y sin demoras.
La delimitación clara de zonas en el almacén, especialmente en la etapa de expedición, es crucial para cumplir con los plazos de entrega, reducir errores y mantener un flujo logístico coherente. Una expedición eficiente es el cierre perfecto de un proceso interno bien gestionado y un pilar de la satisfacción del cliente.
Consejos para realizar la distribución de un almacen logístico usando los tabiques moviles
Una distribución eficiente del almacén no solo mejora la productividad operativa, sino que también reduce costes, minimiza errores y acelera el cumplimiento de pedidos. El uso de tabiques móviles aporta una ventaja estratégica clave: adaptabilidad. Aquí te compartimos algunos consejos prácticos para aprovecharlos al máximo:

Delimita claramente las zonas operativas
Establece áreas diferenciadas para:
- Recepción de mercancías
- Almacenamiento
- Picking
- Expedición
Los tabiques móviles permiten configurar estas zonas de forma rápida y flexible según la temporada, el volumen de pedidos o los cambios de layout. Esto evita interferencias entre procesos y mejora el flujo de trabajo.
Aprovecha la flexibilidad para la rotación de stock
Los productos con alta rotación requieren acceso más rápido. Puedes usar los tabiques móviles para crear pasillos adicionales o zonas de acceso rápido durante picos de demanda (Black Friday, campañas navideñas, rebajas, etc.).
Adapta el espacio a nuevas necesidades
Si tu almacén gestiona múltiples tipos de productos (p. ej., frágiles, voluminosos o por temperatura), los tabiques móviles te permiten modificar el layout sin necesidad de obras. Ideal para centros logísticos que evolucionan con frecuencia.
Optimiza la seguridad y el control de acceso
Puedes usar tabiques móviles para restringir ciertas áreas temporalmente, como zonas de carga, mercancía valiosa o materiales peligrosos. Esto refuerza la seguridad sin comprometer la operatividad del almacén.
Fomenta una mejor señalización y flujo interno
Al combinar tabiques móviles con señalización visual (cartelería, colores, indicadores LED), se mejora la orientación de operarios, carretillas y sistemas de picking automatizados, evitando errores de ubicación y mejorando la eficiencia.
Conclusión:
Los tabiques móviles no son solo elementos divisores; son herramientas estratégicas para lograr un almacén ágil, escalable y adaptable a cualquier necesidad logística. Su implementación te permite responder rápidamente a cambios de volumen, rotación de inventario y expansión operativa, sin necesidad de grandes reformas.